Apuntes, textos, imágenes, ampliaciones para Historia de España de 2º de Bachillerato del profesor Francisco Javier Quintana Álvarez
ÍNDICES
jueves, 24 de marzo de 2011
La España de Franco en el cine de Berlanga
lunes, 21 de marzo de 2011
domingo, 20 de marzo de 2011
1939-1945 LA POSTGUERRA. La oposición al régimen
El desmantelamiento de los cuadros dirigentes de los partidos republicanos y marxistas hizo ineficaz la oposición al régimen. Solamente tuvieron cierta importancia las guerrillas o maquis que habían permanecido desde el final de la guerra y que dirigidas por anarquistas y comunistas se limitaron a labores de sabotaje y a hostigar a las fuerzas del orden las regiones montañosas más recónditas. Coincidiendo con el avance de los aliados, a partir de 1944 tuvieron la esperanza de que tras la derrota del Eje la guerra continuara en España, de hecho había importantes contingentes de republicanos, anarquistas y comunistas luchando en los ejércitos aliados y la resistencia francesa a la espera de este suceso. Ese año el PCE intentó que un contingente guerrillero iniciara la invasión de España desde Francia a través del Valle de Arán con la esperanza de que se produjera un levantamiento generalizado, pero resultó un fracasó. De hecho, las potencias aliadas habían decidido ya para esa época aislar al régimen de Franco pero no derrocarlo ya que podía servirles en su futuro enfrentamiento con la URSS. Sin apoyo exterior, las guerrillas fueron poco a poco declinando o cayendo en los enfrentamientos con la Guardia Civil y finalmente en 1948 el PCE renunció a la táctica guerrillera.
1833 octubre 1. Manifiesto de Abrantes
¡Cuán sensible ha sido a mi corazón la muerte de mi caro hermano! Gran satisfacción me cabía en medio de las aflictivas tribulaciones, mientras tenía el consuelo de saber que existía, porque su conservación me era la más apreciable. Pidamos todos a Dios le dé su santa gloria, si aún no ha disfrutado de aquella eterna mansión.
No ambiciono el trono; estoy lejos de codiciar bienes caducos; pero la religión, la observancia y cumplimiento de la ley fundamental de sucesión y la singular obligación de defender los derechos imprescriptibles de mis hijos y todos mis amados sanguíneos, me esfuerzan a sostener y defender la corona de España del violento despojo que de ella me ha causado una sanción tan ilegal como destructora de la ley que legítimamente y sin alteración debe ser perpetuada.
Desde el fatal instante en que murió mi caro hermano (que santa gloria haya), creí que habrían dictado en mi defensa las providencias oportunas para mi reconocimiento; y si hasta aquel momento habría sido traidor el que lo hubiese intentado. Ahora será el que no jure mis banderas, a los cuales, especialmente a los generales, gobernadores y demás autoridades civiles y militares, haré los debidos cargos cuando la misericordia de Dios, si así conviene, me lleve al seno de mi amada patria, y a la cabeza de los que me sean fieles.
Encargo encarecidamente la unión, la paz y la perfecta caridad. No padezca yo el sentimiento de que los católicos españoles que me aman, maten, injurien, roben ni cometan el más mínimo exceso. El orden es el primer efecto de la justicia; el premio al bueno y sus sacrificios, y el castigo al malo y sus inicuos secuaces, es para Dios y para la ley, y de esta suerte cumplen lo que repetidas veces he ordenado.
Abrantes, 1º de octubre de 1833
Carlos María Isidro de Borbón
1823 octubre 1. Desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María
José Aparicio Inglada
Desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María (1823-1827)
Museo Romántico, Madrid
1941 junio 25 ¡RUSIA ES CULPABLE!
El extermino de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa (Frenéticas aclamaciones y gritos de “¡Arriba España!, ¡Viva Franco!, ¡Muera la Rusia soviética!”).
El camarada Serrano Súñer se dirige a todos para decirles que después de catar el Himno de nuestra Revolución se disuelvan con orden, y les recomienda que estén sólo atentos a la voz del mando y vigilantes de las voces insidiosas y pérfidas de los enemigos para sellarles la boca.
La multitud canta el Cara al Sol, y el ministro presidente de la Junta Política da los gritos de ritual que son contestados unánimemente. Con los gritos de ¡Arriba España! Y ¡Viva Franco! Los manifestantes se disolvieron.
Arriba, 25 de junio de 1941.
1939-1949 LA POSTGUERRA. Evolución de las famílias políticas del régimen.
En un primer momento el régimen caminó hacia la implantación de un modelo de estado totalitario basado el modelo fascista por lo que durante los primeros años de la postguerra la doctrina fascista de Falange se impondrá sobre las posturas políticas, económicas y sociales de las otras familias políticas. Coincide esta etapa con los años en que la política exterior española estuvo dirigida por el falangista Serrano Súñer, cuñado de Franco, y el alineamiento con el Eje anticomunista y antiliberal formado por la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón. Se impuso una rígida vigilancia ideológica y se emprendió una intensa campaña de adoctrinamiento de la población a través de la Falange y sus diversas ramas: la Milicia, el Frente de Juventudes, la Sección Femenina, el Sindicato Español Universitario (SEU) y la Central Nacional Sindicalista (CNS). A través de la red de Jefes de barrio y los certificados de buena conducta, se establecía quién era o no adicto al Movimiento, requisito indispensable para progresar en todos los niveles de la vida laboral, intelectual y social.
Coincidiendo con el giro de la política exterior a partir del verano de 1942, la influencia de Falange en la política interior fue decayendo a favor de los sectores ligados al Ejército y la Iglesia. Hay que decir que el carlismo sufrió un duro golpe tras el decreto de unificación que le obligó a integrarse en FET de las JONS ya que como movimiento político sus intereses y objetivos propios, la implantación de la monarquía tradicionalista en la rama sucesoria de don Carlos María Isidro, no eran compatible con el régimen por lo que el elemento tradicionalista terminó teniendo más peso que el monárquico y sus posiciones estuvieron más cerca de la doctrina de la Iglesia que del falangismo. Al igual que en Exteriores, un representante de la derecha católica, Ibáñez Martín, se hacía cargo del Ministerio de Educación y diseñaba un sistema educativo marcado por los principios católicos. Los falangistas iban poco a poco pasando a un segundo plano aunque la parafernalia y estética fascista de Falange se mantuvo vigente hasta 1975.
Por su parte, los monárquicos liberales seguidores de Alfonso XIII y su hijo don Juan perdieron influencia, sobre todo a partir de 1945 cuando Don Juan, exiliado en Estoril, publicó el Manifiesto de Lausana, en el que se decantaba por una transición hacía un régimen democrático a través de unas Cortes Constituyentes y a una amplia amnistía que hiciera posible la reconciliación con los vencidos.
1939-1949 LA POSTGUERRA. Política exterior durante la II Guerra Mundial y comienzos de la Guerra Fría
El 22 de junio de 1941 la Alemania nazi invadía la URSS, el gran enemigo ideológico del franquismo. Al día siguiente se reunía el Consejo de Ministros español para examinar la nueva fase de la guerra; al mismo tiempo, Falange agitaba la opinión pública para dar un vuelco a la política de no beligerancia y promover la entrada de España en la guerra; el día 24 de junio se produce una manifestación multitudinaria de falangistas en Madrid presidida por Serrano Súñer en la que se expresan consignas contra la URSS y se pide la intervención; desde el balcón principal de la sede del Movimiento, Serrano Súñer, Ministro de Asuntos Exteriores proclama: “Rusia es culpable”, se entiende que de los sucesos que desencadenaron la guerra civil. La actitud española ante la guerra mundial cambió: se mantuvo la no beligerancia con las potencias occidentales pero se participó activamente el la “cruzada internacional contra el comunismo”. La postura oficial del franquismo ante las protestas de los aliados fue peculiar: había dos guerras, una del Eje contra los aliados en la que España era neutral y otra del Eje contra el comunismo en la que España era beligerante. Con tal fin se formó la División Azul, un contingente de 18.000 hombres formado por voluntarios del Ejército y la Milicia de Falange y las peticiones de enganche fueron tantas que se tuvieron que limitar. El general de infantería Agustín Muñoz Grandes fue puesto al frente de la División Azul, que a mediados de julio partió para Alemania, donde recibió instrucción militar y fue integrada en el Ejército Alemán con la denominación de "División Española de Voluntarios nº 250", pero manteniendo mandos españoles y rigiéndose por el Código de Justicia Militar español. En agosto la División Azul fue destinada al frente ruso, a donde se trasladó a píe atravesando Polonia; en un principio a la “operación Tifón” que tenía como objetivo la conquista de Moscú, pero inmediatamente fueron destinados al frente de Leningardo, donde llegaron en octubre de 1941. La misión de la División Azul era enlazar al Ejército alemán con el finlandés y mantener las posiciones avanzadas frente al Ejército Rojo.
En el verano de 1942 España volvió a dar un giro en su postura ante la guerra. Las derrotas de Alemania en África y el frente del Este y la invasión aliada de Italia con el derrocamiento de Mussolini hicieron que el régimen franquista hiciera nuevas declaraciones internacionales de neutralidad y en octubre se repatrió a gran parte de la División Azul que pasó progresivamente a contar sólo con 2000 efectivos tras la vuelta a España de los casados y menores de dieciocho años y pasó a denominarse Legión Española de Voluntarios. Serrano Súñer fue destituido al frente de la política exterior y en su lugar se nombró como Ministro de Asuntos Exteriores al general Jordana. El 12 de diciembre de 1942 el general Muñoz Grandes fue relevado del mando y en su lugar se puso al frente de la Legión de Voluntarios al general Esteban-Infantes hasta que finalmente el cuerpo expedicionario español quedó al mando del coronel García Navarro que permaneció luchando contra los rusos hasta 1944 aunque algunos voluntarios se negaron a volver a España y permanecieron en el ejército alemán hasta la caída de Berlín. Se calcula que en total las bajas de la División Azul alcanzó el número de 4.000 muertos, 8.500 heridos y 326 desaparecidos. El 2 de abril de 1954 regresaron a España los últimos 248 prisioneros que habían sobrevivido a los campos de concentración rusos.[1]
Progresivamente se fue realizando un sutil giro hacia los aliados occidentales que fue mayor a medida que ya en plena guerra crecían las tensiones entre Estados Unidos y la URSS. Ante la opinión pública española, la propaganda franquista supo magnificar la “perspicacia del Caudillo” al mantenerse neutral en la guerra. Por otro lado, la no beligerancia con los occidentales y el anticomunismo demostrado en la participación del frente del Este también pudo ser explotada hábilmente para establecer nuevas alianzas en la época de la Guerra Fría con los Estados Unidos.
Sin embargo, una vez terminada la guerra, los aliados identificaron al régimen franquista como un régimen fascista aliado del Eje. Franco nombró Ministro de Asuntos Exteriores a Martín de Araujo, un representante de la derecha católica que debía lograr un acercamiento de Estados Unidos y el Reino Unido. A pesar de los esfuerzos de Martín de Araujo, en Potsdam los líderes de Estados Unidos, Reino Unido y la URSS vetaron la entrada de España en la recién creada ONU. En febrero de 1946 la Asamblea General de la ONU rechazó formalmente la petición española de entrar en el organismo internacional. En marzo de ese mismo año Estados Unidos, Francia y el Reino Unido firmaron una declaración internacional sugiriendo la retirada de embajadores de España. España quedó internacionalmente aislada y el 6 de junio el Consejo de Seguridad de la ONU declaraba al régimen español como una amenaza potencial para la seguridad internacional.
El régimen intentó cerrar filas en el interior por medio de la exaltación del patriotismo. El 9 de diciembre de 1946 se organizó una gran manifestación popular en la Plaza de Oriente de Madrid para mostrar el apoyo de los españoles a Franco y el rechazo a las supuestas injerencias extranjeras. El aislamiento internacional del régimen convirtió el ideal económico autárquico en una necesidad y sólo la ayuda de la Argentina de Perón materializada en el envío de alimentos alivió un poco la miseria de los españoles. De hecho, Argentina fue el único país que mantuvo a su embajador en España y la visita de Eva Perón en 1947 se convirtió en el único acontecimiento importante de la política exterior española durante esta década. No obstante, los Estados Unidos mantuvieron el suministro de petróleo a España anticipando la tímida apertura hacia a un régimen que a principios de la Guerra Fría ya se consideraba como un aliado potencial frente al comunismo internacional, por lo que a partir de 1948 se fueron incrementando tímidamente las declaraciones de Estados Unidos a favor de cierta apertura de embajadas y de acuerdos comerciales.
1939-1949 LA POSTGUERRA. La autarquía económica
La prioridad del régimen era la reconstrucción material del país tras la guerra. Entre otros desastres, la guerra había provocado el hundimiento de la producción agraria y de los productos de primera necesidad; esto se tradujo en hambre y en la necesidad de racionar los productos básicos. Inspirándose en el modelo fascista italiano, las autoridades falangistas españolas optaron por el modelo de autarquía económica y de intervención del Estado ya que según la doctrina oficial falangista España sólo sería un Estado políticamente independiente de las injerencias extranjeras si era económicamente autónoma. La realidad era que el aislamiento internacional del régimen y el empobrecimiento del país limitaba las posibilidades de abastecerse en el mercado exterior y la incapacidad productiva de España limitaba la capacidad de exportar. Analizado por sectores económicos, el ideal autárquico (autosuficiencia y dirección del Estado) se intentó imponer del siguiente modo:
- En el sector agrario con la creación del Servicio Nacional del Trigo, al que los agricultores estaban obligados a vender toda la producción a un precio fijado por el Estado. Se intentaba así abaratar al máximo el precio del trigo en el mercado pero tuvo consecuencias negativas ya que los bajos precios pagados por el Estado funcionaron como estímulo negativo a la producción y mantuvo los índices de producción por debajo de los años anteriores a la guerra.
- En el sector industrial, en 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), cuyo objetivo era potenciar mediante la inversión estatal los sectores estratégicos y la industria pesada. Sin embargo, la producción industrial siguió por debajo de la alcanzada en 1936.
El dirigismo económico del Estado y la imposición de precios de venta obligatorios el Estado hundieron la producción agraria. El Estado tuvo que recurrir al racionamiento de los artículos básicos. Esto estimuló la aparición de un mercado negro de artículos básicos de consumo conocido como estraperlo (aunque el término aplicado a este fenómeno no tiene que ver directamente con el suceso originario que dio lugar a este nombre) caracterizado por la especulación y la multiplicación de beneficios ilegales. Se calcula que en 1943 hasta un 30% de la producción agraria se desviaba ilegalmente hacia el mercado negro.
Por lo que respecta a la producción industrial, la falta de demanda interior debido al bajo nivel de renta de los españoles hacía imposible su despegue. El único consumidor capaz de crear demanda industrial era el propio Estado pero de momento su capacidad financiera era demasiado débil para propiciar el crecimiento económico del sector.
1939-1949 LA POSTGUERRA. Institucionalización del Régimen
- Desaparecen otros líderes del alzamineto: Mola, Sanjurjo, José Antonio Primo de Rivera
- Mando único de los Ejércitos y milicias como Generalísimo
- Decreto de unificación de falangistas y carlistas en FET de las JONS
- El 31 de julio de 1939 firma el Decreto que establecen los Estatutos de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, por los cuales la Presidencia de la Junta Política, en manos de su cuñado Serrano Súñer, y la Secretaría General quedaban bajo la autoridad directa del Jefe Nacional, es decir, del propio Franco.
- El Decreto de 8 de agosto de 1939 reestructuraba la Administración Central del Estado, fijaba los ministerios, eliminaba la Vicepresidencia del Gobierno y, lo más importante, autorizaba al Jefe del Estado a aprobar decretos-ley sin previa deliberación del Gobierno, lo que otorgaba a Franco la plena potestad legislativa.
A partir de entonces la dictadura se caracterizó por la permanente función constituyente del Jefe del Estado; esto significa que al tener un poder legislativo absoluto, en cualquier momento podía modificar o establecer las leyes fundamentales. El régimen franquista careció de un texto constitucional y en su lugar se fueron creando una serie de leyes fundamentales del régimen, en total siete, que permitieron la institucionalización progresiva del régimen; cinco de estas se aprobaron entre 1938 y 1946:
- El Fuero del Trabajo de 1938: prohibía el sindicalismo de clase y creaba un sindicato único, vertical y corporativo controlado por el Estado a través de la Organización Sindical de Falange.
- Ley Constitutiva de Cortes de 1942: Las Cortes franquistas no tenían capacidad legislativa, ésta correspondía únicamente al Jefe del Estado; tenían carácter meramente consultivo y los procuradores a Cortes eran elegidos por el propio Franco o por las corporaciones orgánicas (Sindicato, Municipio, Familia) mediante sufragio indirecto.
- El Fuero de los Españoles de julio de 1945: se trata de una declaración de derechos y deberes basados en principios tradicionalistas y católicos.
- La Ley de Referéndum Nacional de 1945: permitía a Franco convocar plebiscitos para que el pueblo aprobara directamente una ley.
- La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 1946: España se definía como Reino pero no se permitía la restauración borbónica en la persona de Don Juan, sucesor de Alfonso XIII. Permitía a Franco designar a su sucesor como Jefe del Estado.
1939-1975. LA DICTADURA FRANQUISTA (ESQUEMA)
- Desarrollo institucional y legislativo del régimen
- Desarrollo económico
- Política internacional
- Relación entre las familas políticas del régimen
- Papel de la oposición.
No siempre seguiremos el mismo orden expositivo, éste dependará de la mayor o menor importancia que demos a cada tema en cada década. Ahí va el esquema del tema:
I. LA POSTGUERRA (1939-1949).
1. Institucionalización del régimen.
2. La autarquía económica.
3. Política internacional durante la II Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría.
4. Las familias políticas del régimen.
5. La represión política y la oposición externa al régimen.
II. CONSOLIDACIÓN Y RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL DEL RÉGIMEN (1950-1959).
1. El fin de la autarquía y el inicio del liberalismo.
2. El reconocimiento internacional del régimen.
3. Tensiones entre católicos y falangistas.
4. La llegada de los tecnócratas del Opus Dei al Gobierno.
5. La Ley de Principios del Movimiento.
III. DESARROLLO ECONÓMICO E INMOVILISMO POLÍTICO (1959-1969).
1. El Plan de Estabilización de 1959 y sus resultados.
2. Repercusiones sociales del desarrollo económico.
3. Inmovilismo político y aumento de la oposición interna.
IV. EL FINAL DE LA DICTADURA (1969-1975).
(Este último punto se desarrollará próximamente)
1930 noviembre 15 "EL ERROR BERENGUER"
No hay punto de la vida española en que la Dictadura no haya puesto su innoble meno de sayón. […]
He tenido que evocar con un mínimum de evidencia lo que la Dictadura fue. Hoy parece un cuento. Yo necesitaba recordar que no es un cuento, sino que fue un hecho.
Y que ha ese hecho responde el régimen con el Gobierno Berenguer, cuya política significa: volvamos tranquilamente a la normalidad por los medios normales; hagamos como si aquí no hubiese pasado nada radicalmente nuevo, sustancialmente anormal.
Eso es todo lo que el régimen puede ofrecer, en este momento tan difícil para Europa entera, a los veinte millones de hombres ya maltraídos de antiguo, después de haberlos vejado, pisoteado, envilecido y esquilmado durante siete años. Y, no obstante, pretende impávido, seguir al frente de los destinos históricos de esos españoles y de esta España. [...] Pero esta vez se ha equivocado. Este es el error Berenguer. [...] El régimen sigue solitario, acordonado como un leproso en lazareto. […]
Y como es irremediablemente un error, somos nosotros, y no el régimen mismo; nosotros, gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, nuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo! Delenda est monarchia.
Ortega y Gasset
1939 julio 31. ESTATUTOS DE FET de las JONS
Falange Española Tradicionalista y de las JONS se constituye en guardia permanente de los valores eternos de la Patria, virilmente defendidos en tres guerras civiles, exaltados con voz y con sangre el 29 de octubre de 1934 por la nueva generación, y definitivamente rescatados en la coyuntura histórica del 18 de julio de 1936 por el Ejército y por el pueblo hecho Milicia. […]
Art. 31º.- La Junta Política, delegación del Consejo Nacional y órgano permanente de gobierno de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, estará integrada por un Presidente libremente designado por el Caudillo, un Vicepresidente y diez Consejeros Nacionales, cinco de ellos designados por el Consejo, a propuesta del Caudillo, y los otros cinco directamente nombrados por éste.
Son además miembros natos de la Junta Política el Vicesecretario y los Delegados de los siguientes servicios: Exterior, Educación Nacional, Prensa y propaganda, Sección Femenina, Sindicatos, Organización Juvenil.
Las vacantes que ocurran serán cubiertas por el Caudillo siempre entre los miembros del Consejo Nacional. […]
Art. 47º.- El Jefe Nacional de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, supremo Caudillo del Movimiento, personifica todos los Valores y todos los Honores del mismo. Como Autor de la Era Histórica donde España adquiere las posibilidades de realizar su destino y con él los anhelos del Movimiento, el jefe asume, en su tarea plenitud, la más absoluta autoridad.
El Jefe responde ante Dios y ante la Historia.
Art. 48º.- Corresponde al Caudillo designar a su sucesor, quién recibirá de él las mismas dignidades y obligaciones. […]
Dado en Burgos, a 31 de julio de 1939. Año de la Victoria. Francisco Franco
1939 mayo 19 Discurso de Franco en el Desfile de la Victoria
[…] Yo quisiera, españoles, que la unidad sagrada que alienta en vuestro común entusiasmo, y en el fervor por la obra de nuestros combatientes, no decaiga jamás; ha sido la base de nuestra Victoria, y en ella se asienta el edificio de la nueva España.
Yo no puedo ocultaros en este día los peligros que todavía acechan a nuestra Patria. Terminó el frente de guerra, pero sigue la lucha en otro campo.
La Victoria se malograría si no continuásemos con la tensión y la inquietud de los días heroicos, si dejásemos en libertad de acción a los eternos disidentes, a los rencorosos, a los egoístas, a los defensores de la economía liberal que facilitaba la explotación de los débiles por los mejor dotados.
No nos hagamos ilusiones: el espíritu judaico que permitía la alianza del gran capital con el marxismo, que sabe tanto de pactos con la revolución antiespañola, no se extirpa en un día, y aletea en el fondo de muchas conciencias.
Mucha ha sido la sangre derramada y mucho a costado a las madres españolas nuestra Santa Cruzada para que permitamos que la Victoria pueda malograrse por los agentes extranjeros infiltrados en las Empresas o por el torpe murmurar de gentes mezquinas y sin horizontes.
Hacemos una España para todos: vengan a nuestro campo los que arrepentidos de corazón quieran colaborar a su grandeza; pero si ayer pecaron, no esperen les demos el espaldarazo mientras no se hayan redimido con sus obras.
Para esta gran etapa de la reconstrucción de España necesitamos que nadie piense volver a la normalidad anterior; nuestra normalidad no son los casinos ni los pequeños grupos, ni los afanes parciales. Nuestra normalidad es el trabajo abnegado y duro de cada día para hacer una Patria nueva y grande de verdad. […]
Acabaron, pues, los días fáciles y frívolos, en que sólo se vivía para el mañana; no es una frase hueca y sin contenido la de nuestro Imperio, a él vamos; pero sólo lo lograremos con renunciaciones, con sacrificio, con austeridad y con disciplina. Pero para coronar nuestra gran obra necesitamos que a la Victoria militar acompañe la política; no basta ordenar la unidad sagrada, hace falta trabajarla, llevar la doctrina y las nuevas consignas a todos los lugares, que vosotros seáis los colaboradores en la nueva empresa, de la que son fuerzas de chosque la juventud heroica que en los frentes de batalla y en las cárceles sombrías recogieron de labios de tantos héroes su último ¡ARRIBA ESPAÑA! […]
Francisco Franco
Madrid 19 de mayo de 1939