En Barcelona la Junta Revolucionaria e constituyó el 30 de septiembre, tras conocerse el triunfo de la revolución y presidida por Tomás Fábregas, se pronunció a favor de la República. Los emblemas reales fueron destruidos, se excarcelaron a los presos políticos y se organizó la milicia urbana compuesta por 4.000 ciudadanos. Las autoridades moderadas huyeron a Francia. El 2 de octubre la Junta constituyó un nuevo Ayuntamiento y una nueva Diputación Provincial y continuó con su política "radical": "suprimió los mozos de escuadra y las comunidades religiosas, expulsó a los jesuitas, derogó la ley de orden público, derribó el fuerte de la Ciudadela y Atarazanas, así como los conventos de San Miguel y Junqueras, y proclamó la libertad de cultos y la supresión de quintas y consumos". Prim llegó a Brcelona bordo del Zaragoza e 3 de octubre.
En los primeros días de octubre también se formaron juntas en Valencia Alicante, Murcia, Zaragoza, Valladolid, Burgos, Santander, La Coruña y Asturias